EL OASIS DEL PARQUE METROPOLITANO LA SABANA

Ey, en serio que la Sabana es un OASIS de paz en medio de la desgracia de ciudad en la que vivimos. Y desgracia, repito sobretodo por la marea roja y contaminante de carros. Y no roja por los taxis, sino por todos los pequeños individuos que han decido tomar en sus tarjetas de crédito, y cuentas personales la decisión de comprarse un automovil. Carros, buses apestosos, motos...Es un horror. Pero lo loco del Parque Metropolitano La Sabana, es internarse (a pie o en bicicleta) en plena hora pico un día entre semana. Se respira una verdadera paz, como la que Oscar Arias pregonaba, y que ya es imposible encontrarla en nuestras calles. Debería lanzar su paloma para ver a donde se va la pobrecita, y de seguro se iría de Rohrmoser hasta la Sabana.

Tiene espacios amplios, caminitos, ventas de agua de pipa y copos, helados y mangos pelados con limón y sal. Banquitas nuevas e iluminación. Ni que decir de los patos y patitos del lago, se reproducen como conejos, y andan por ahi moviendo su cola, y dan unas ganas de agarrarlos, pero justo cuando parece que uno los va a agarrar de la cola, se tiran al agua.

Un pulmoncito en medio del caos, aire fresco y espacios para que corra el viento, otro ritmo, otros sonidos, otra visión. Alrededor se escucha el murmullo de los autos furiosos que buscan como zafarse de una presa imposible, que NUNCA acabará. Les juro que tenemos una vida muy ajetreada, una muy mala calidad de vida, en cuanto a transportes. No se porqué nunca se ha formado una organización o movimiento para exigir la mejora de los transportes, porque definitivamente el modelo individualista de carro propio para atiborrar las calles, nos está matando. Humo, estrés, perdida de tiempo(que podría ser utilizado en otras cosas más interesantes)...la verdad, fuera de nuestras casas, refugios, o trabajos, la calle es un infierno, peor que el imaginado por Dante, Brueghel o el Bosco. Y la Sabana, uno de los lugares más antiguos de recreación en la meseta central, es y se ha erigido desde sus inicios, (menos cuando estuvo el aeropuerto) en uno de los lugares más tranquilos y centricos para salir a pasear.

Deberían haber más parques así en chepelandia, al menos para lucir un poco la exuberancia de su flora, tener más espacios verdes donde olvidarse del infierno de las calles. A chepe centro le hace falta más verde, imitar un poco esos espacios amplios que hay por la Sabana.