Señor Bonilla. Yo no se si usted realmente camina por San
José. Es cierto que es fea, la pobrecita, y que tiene años de abandono por parte de sus ciudadanos y autoridades. Que muchas casas
están en abandono, y muchas zonas de San José son un
monumento vivo al
comejen y el zinc herrumbrado. Pero vieras que raro, no se si yo estaré ciega, o
tal vez hay zonas más sucias que otras(o tal vez no he ido últimamente a Europa o Estados Unidos), pero de todas las fotos que tengo de la capital( y que están en este blog)no se evidencia un
botadero tal como el que usted señala(si se que hay puntos específicos donde se acumula la basura(lotes, algunas esquinas) pero en las zonas de tránsito que usted menciona no he visto evidencia de basurales tales).Que el problema de la basura es algo
preocupante es la pura verdad(la calle de la amargura en San Pedro y Tibas, si son ejemplos vivos de lo que usted menciona), pero no es cierto que la avenida central sea un monumento a la basura. Si lo son en cambio los ríos, y los lotes vacíos, las orillas de las carreteras, y las mismas casas los días que pasa el
camión de la basura. Es
indignante que no hayan verdaderos planes municipales y nacionales de manejo de la basura. Y estoy completamente de acuerdo y me produce repulsión la imagen verde que se usa en el exterior mientras la
población lo que menos vive es un paraíso
ecológico.Tal vez después de una temporada afuera, cualquiera vea eso que su amigo
vió, más si se va a Europa o USA. Este es un
paisito chato(y con 20% de pobreza que no se ha logrado bajar desde hace años), su infraestructura lo demuestra, que por muchos años ha ido olvidando las
políticas internas para
únicamente propiciar
políticas de
inversión extranjera. Corrupción, falta de visión a largo plazo, no saber en si que es una ciudad, ni
políticas de
planeamiento son la regla. No se puede comparar
Paris o
Houston con San José. Pues aunque las comparaciones a veces ayudan, no suelen ser muy constructivas. Salvo si se tienen planes concretos de acción. Un ejemplo es el caso de
Curitiba, ciudad a la que "hay que imitar" si es que se quiere generar cambios radicales. San
José podría ser más amigable y bonita, si por ejemplo desaparecieran todos los carros que inundan las calles. Hay que ver que linda se ve la pobre ciudad un feriado o un domingo por la mañana. Cuando se camina o se recorre en bicicleta, se pueden ver rincones muy interesantes. Pero más que el olor nauseabundo de basureros, son los gases tóxicos los que hacen desagradable el paso por cualquier calle, más cuando se es peatón o ciclista.
Creo que es bueno hacer un exorcismo de ese tipo sobre lo que uno siente hacia la ciudad, porque es como algo pegajoso que incomoda y hay que sacarse. Pero luego hay que empezar a pensar en las medidas, cambios. Alguna vez yo pensaba como usted, pero era muy nocivo, me hacía pasar malos ratos. Ahora la veo tal cual es, y la acepto, trato de ver las cosas que la hacen mejor, tratando de no perder la perspectiva y convertirme en una ilusa total.
Me parece además que su artículo en vez de llamarle San José es un Tugurio, debería haberse llamado respondiendo a sus argumentos, Río Azúl se extiende por San José o algo por el estilo. Pues pone de sinónimos Basurero=Tugurios. Cosa que no me parece sean lo mismo. Aunque muchas veces en los tugurios hayan serios problemas, (como en el resto del país) de manejo de la basura, son el resultado de una economía específica y los que viven ahí son personas y no basura humana.
En todo caso, creo que el asunto es que todos
queremos, por razones diversas, vernos reflejados en una "ciudad mejor". Muchos índices ya conocidos nos "enorgullecen", pues son el resultado de políticas sociales que han favorecido de una u otra forma a la mayoría. Por otro lado nos pavoneamos en carteles, publicidad, documetales y estadísticas de la biodiversidad y bellezas naturales, y esto se ha convertido en una de las principales fuentes de divisas para el país(con el turismo). Hablamos de nuestras playas(no tan nuestras), de las montañas, de la biodiversidad, pero no podemos hablar con tanto orgullo, del lugar que realmente vivimos.Nuestras ciudades. Y eso nos "hiere" en alguna parte. Hay que reflexionar sobre la ciudad, las necesidades de las personas, los problemas, y ojalá poder generar cambios por más pequeños que sean, pero también reconocer que lo que tenemos se debe a muchos factores historicos, sociales, económicos. Saludos.
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